Motivación: La palabra deriva del latín motivus o motus, que significa causa del
movimiento. La motivación puede definirse como el estímulo que mueven a la persona a realizar
determinadas acciones y cumplir metas específicas.
En el campo de la psicología la motivación se deriva de las cosas que mueven a una persona a ejercer acciones hasta lograr cumplir los objetivos
planteados, por eso Abraham
Maslow, propuso una
teoría sobre la motivación humana de acuerdo a una jerarquía de necesidades,
también llamada Pirámide de Maslow.
Actitud: Es el estado del ánimo que manifiesta un individuo ante una situación
concreta. La actitud muestra el modo en el que las personas afrontan la vida.
En sociología, la actitud reside en un conjunto de valores y
creencias que tiene una persona reaccionando de una manera determinada en
respuesta a algún estímulo.
Paradigma: Se corresponde con algo que sirve como modelo o ejemplo a seguir en una situación dada. Son los límites que se establecen y determinan cómo una persona debe actuar y se vincula con la resistencia al cambio, ya sea por conveniencia o porque no se comprende y el individuo se resiste a realizar tal cambio.
La palabra
paradigma proviene del griego. Originalmente fue un término científico, y en la
actualidad se utiliza el sentido de modelo, teoría o marco de referencia. “En
el sentido más general, es el modo en que vemos el mundo, no en los términos de
nuestro sentido de la vista, sino como percepción, comprensión, interpretación”,
como lo define Stephen
R. Covey en su libro Los
7 hábitos de la gente altamente efectiva.
Coordinar: Es la
capacidad que tiene un líder de dirigir un grupo de personas y combinar herramientas para
lograr un objetivo. Es la tarea central del liderazgo y envuelve un conjunto de actividades a saber: comunicación de
los objetivos planteados, escuchar, crear empatía con el equipo, motivar.
Esta acción
está asociada a otras fases que refuerzan el liderazgo, como son, guiar al
equipo.
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