Resumen
El esfuerzo que se
presenta, posee como objetivo, precisar el perfil del Estratega Prospectivo,
como el conjunto de capacidades y competencias que le identifican para el
desarrollo de la prospectiva que acá se asume como la configuración del futuro
deseado mediante un acto consiente y creativo en el que se emplea de manera
sistemática la experiencia y el conocimiento del investigador. De manera que,
como propósito persigue generar la disertación sobre este tópico, lo que habría
de permitir identificar a la gerencia de cualquier organización en su andar
como instancia planificadora, lo cual se plantea desde un enfoque documental y
reflexivo que procura dar respuesta a la interrogante ¿Cuáles son los
elementos característicos de un estratega? En su construcción, se parte de la acepción semántica de la prospectiva
para posteriormente adentrarse en sus condiciones particulares que le potencian
apreciar un futuro posible desde su realidad, así como procura tener en cuenta
lo complejo de su ser y hacer.
Descriptores: Prospectiva, Estratega Prospectiva, Gerente
Prospectivo, Futuro y Planificación
THE
STRATEGIST PROSPECTIVE
Abstract
The effort
shows, has as its objective to establish a profile of prospective strategic as
the set of skills and competencies that identify the development of foresight
is assumed here that the configuration of the desired future through a creative
act and consent which systematically employs the experience and knowledge of
the investigator. So, as the purpose is aimed at generating the presentation on
this topic, which would enable management to identify any organization in his
step as an instance of planning, which arises from a documentary and thoughtful
approach that seeks to answer the question What are the characteristic features
of a strategist?. The construction is part of the semantic meaning of foresight
for later venture into their own conditions to determine a possible future
enhance their own reality and try to take into account the complexity of their
being and doing.
Descriptors: Foresight,
Strategist Foresight, Prospective Manager, Future and Planning
Introducción
Esta reflexión de carácter
documental, posee a modo de eje central, al Gerente como Estratega Prospectivo.
De manera que, aún cuando de forma referencial, se parte de la revisión
semántica de la prospectiva a los fines de fijar su acción, con miras a
disertar sobre el perfil o competencias del Estratega, con miras a destacar las
cualidades que le potencian el ver lejos a fin de precisar aquel futuro que de
manera consiente se desea alcanzar, y el ver ancho lo que le permite apreciar
la interdependencia, así como la complejidad y lo emergente.
De manera que, se describen
los caracteres del Estratega Prospectivo sin considerar caso particular alguno,
lo que posibilita la opción de ubicar la gerencia actual en cualquier ámbito, viabilizando
al mismo tiempo, el desarrollo de tales condiciones para convertirse en lo
personal y profesional, en un Estratega Prospectivo.
Esta breve disertación, luego
de considerar escenarios disimiles, concluye con algunas sugerencias con las
que se aspiran potenciar la dialéctica sobre el desarrollo del Estratega
Prospectivo
EL ESTRATEGA PROSPECTIVO
La
prospectiva, semánticamente, proviene del latín prospicere que significa: “ver adelante, ver a lo lejos, ver a todos
los lados, a lo largo a lo ancho, tener una visión amplia”, siendo en su acepción: “… Ciencia que tiene
por objeto el estudio de las causas técnicas, científicas, económicas y
sociales que aceleran la evolución del mundo y la previsión de las situaciones
que de ellas derivan” (García – Pelayo y Gross 1992 – p. 846), lo cual exige del estratega el desarrollo y
puesta en marcha de una serie de cualidades que le habrán de caracterizar.
Es así como en primera
instancia, se puede definir al estratega, como el ser dotado o capacitado en el
impulso y puesta en marcha de estrategias, por lo que se podría reconocer a la
luz de sus resultados. Empero, una de sus verdaderas características resulta en
la posibilidad de consolidar aquello que sueña al contemplar el futuro para transformar
el presente, lo que le identifica como un ser inconforme que permanentemente
procura cambiar y que en consecuencia trasciende con su actuación.
De manera que, como destaca
Salazar (2007): “El estratega sufre una serie de elementos que no están dejados
al alcance del pensamiento común, sino que es una mezcla casi única y
particular de procesos mentales que se conjugan” (s/p). Es así como resulta
insoslayable preguntarse: ¿Cuáles son los elementos característicos de un
estratega? Tal cuestión puede ser despejada construyendo su perfil.
Como ya fuera apuntado, el
estratega resulta en un ser insatisfecho puesto que su norte se constituye en
el mejoramiento continuo, lo que le lleva a procurar respuestas inteligentes a
interrogantes profundas y críticas constructivas, para lo que se presenta como
un perpetuo optimista y comunicador convincente que es capaz de seducir y
motivar a los miembros de su equipo, de quienes siempre espera más sin dejar de
ser flexible, demostrando en todo momento la seguridad procedente de su
conocimiento y experiencia que le permite comprometerse y ser un perseverante
trabajador que asume riesgos.
Es así, como expone
Castellanos, C., R. (2008): el estratega sabe descubrir y aprovechar
posibilidades y oportunidades, lo que al mismo tiempo le impone discreción y
adaptabilidad, todo lo cual le potencia la posibilidad de ver lejos, ancho y
profundo. De esa manera, se podría inferir que el futuro se convierte en su
verdadera razón de ser.
Lo descrito hasta ahora, le
impone al gerente estratega, la imperiosa necesidad de socializar y compartir
información de manera oportuna entre los integrantes de su equipo con quienes
construye diversas alternativas para alcanzar sus fines teniendo en cuenta su
realidad y medios. En resumen, tomar decisiones fundamentado en la información pertinente
que como expone Falcón M., J. (2002) “…es la administración de los recursos de
la organización, para el cumplimiento de sus fines y objetivos” (p. 27)
No obstante, entre las
alternativas que logra descifrar, destacan las no convencionales de donde se desprende
el pensamiento holístico que le lleva en muchas ocasiones a romper con dogmas,
reglas y/o esquemas establecidos. Lo anterior, no restringe el uso de la razón,
sino que a ella la complementa con la imaginación y la intuición, para la
construcción de las imágenes futuras que como apunta Miklos y Tello (2005):
…no se valoran por la
precisión o cumplimiento de los hechos o eventos señalados, sino por la
participación, creatividad y visión integradora que encierra. Sobre todo, por
lograr, a través del diseño del futuro, una mejor comprensión del presente y de
nuestro activo papel en él. (p. 21)
Es así como, el proceso
estratégico no resulta en un acto individual, sino que por el contrario,
requiere de la más amplia y comprometida participación de equipos de trabajo
inter y multidisciplinarios (pluridisciplinarios), quienes compartimentan
información entre sí con miras a procurar un plan dinámico y coherente que
impulse el éxito, como producto de procesos reflexivos que le corresponde
gestionar. Así, procura el esfuerzo sinérgico que como destaca Covey S. (1990)
ocurre cuando en una desavenencia dos o más personas usan sus capacidades
creativas para llegar a una solución mejor que las propuestas originales. (Ganar
– Ganar + Buscar Primero entender Para luego ser Entendido).
Tal proceso reflexivo, incluye
la consideración del contexto que cada día se manifiesta con una mayor solícita
de cambio distinguido por la complicación que como destaca Drucker P. (2004), está
marcada por la merma de recursos naturales y la transformación del medio
ambiente, crecimiento de la población que envejece y demanda nuevos y más productos, entre otras
complejidades a las que se debe enfrentar la gerencia.
Tales complejidades, delimitadas
por aspectos que incluyen desde lo ético, económico, político, social,
cultural, ecológico y ambiental, y relaciones de poder que a decir de Foucault
(2006), poseen un carácter multiforme, en el desarrollo y evolución de la
ciencia y las tecnologías, imponen la valoración de lo relativo, lo subjetivo e
intuitivo, surgiendo críticas a las visiones superficiales que procuran
justificar el estatus quo y otras que complejizan la realidad, tal como señala
Cornejo, A., (1997)
La complejidad tiene
que ver con la diversidad de elementos que componen una situación; un todo que
se compone de partes que interactúan y que estas a su vez, se encuentran en
contacto con su medio ambiente. Desde este ángulo, todo es complejo. (p. 11).
Así, la naturaleza de las situaciones
complejas, demandan del estratega, estar alerta dada la imposibilidad de
controlar todas las variables, lo que evidentemente no puede aplicarse como un
receta adaptable a todas las situaciones como lo describe Carucci T., F. (2003)
“Lo que constituye un problema para una organización puede significar una
situación satisfactoria para otra. Las decisiones que emanan de una
organización pueden ser apoyadas u obstaculizadas por las decisiones y acciones
que emprenden otras organizaciones” (p. 8)
Por lo que tales
particularidades, requieren ser consideradas desde el carácter simbólico, transaccional
y generativo. Es decir, desde el proceso estratégico que precise si el problema
es actual o potencial.
Partiendo de la concepción del
proceso como un conjunto de actividades o eventos (coordinados u organizados)
que se realizan o ejecutan de manera alternativa o simultanea con un fin
determinado, que en lo estratégico, como antes se destacó, incluye lo simbólico,
lo transaccional y generativo, se presenta como un devenir que procura el
conocimiento pleno de su realidad que la estudia mediante el todo y las partes
de ese todo que descompone, por lo que transcurre del orden, al desorden, hasta
llegar al nuevo orden por medio de la dialéctica, desde donde se aprecian y
conjugan las coincidencias así como las divergencias.
Así, lo simbólico se refiere a
la creación de una visión que condensa
la mayor suma de voluntades, así como una misión corporativa en la que todos
los miembros de la organización se vean reflejados y consecuentemente
dispuestos a lograr. En ambas, tanto al considerar la visión y la misión, se
apela al empleo de metáforas y componentes emocionales que permitan inspirar y
por tanto responder a los desafíos emergentes que como destaca Dilthey (1900),
citado por Martínez, M. (1997): “…el estudio de las entidades emergentes
requieren del uso de una lógica no deductiva, requiere de una lógica dialéctica
en la cual las partes son comprendidas desde el punto de vista del todo” (p.
140), lo cual parte entonces de las idealizaciones y abstracciones que emergen
desde un referente empírico que procura explicar una realidad determinada,
hasta surgir como un modelo. Bunge (s/f), citado por Baird (s/f) [Documento en
línea]
En lo que tiene que ver con el
carácter transaccional, resulta atinente a la posibilidad de alcanzar estados
superiores que permitan vencer la incertidumbre y otros aspectos inherentes a
cada individualidad, para lo cual se precisa
del aprendizaje sempiterno que propicia el estratega y la alta gerencia
en sus equipos de trabajo. Así entre los elementos característicos de los
equipos, en los que Covey, S (ob. cit.) destaca la comunicación,
aprovechamiento del conflicto, reconocimiento de las individualidades y
establecimiento de su interdependencia, además de la posibilidad cierta de
aprender de manera constante.
Por último, en lo referido al
carácter generativo, se procura atender las iniciativas independientes surgidas
desde la realidad práctica, es decir, desde la experiencia o lo empírico que
los miembros de los equipos logran acumular en sus contactos con clientes,
proveedores, organismos oficiales y otras, que el estratega y la alta gerencia
propician y aúpan, con una concepción de interdependencia.
De ahí que, la emergencia de
un comité pluridisciplinario encargado de coordinar los esfuerzos
organizacionales para transformar la realidad y lograr el estado deseado,
resulta pertinente y necesario, siendo parte de sus labores; el aseguramiento y
divulgación de la información, la promoción de pequeños equipos especializados
por actividades y procesos o problemas puntuales, la socialización de
experiencias e incidentes críticos (positivos o negativos), destacando y
recalcando de manera permanente la visión y misión, al tiempo de procurar la
complementariedad y/o competencia entre los equipos, es decir competir para
colaborar, pues como apunta Heisemberg W. (s/f) citado por Carucci T., F. (ob.
cit.) “Colectivamente, podemos ser más agudos e inteligentes de lo que somos en
forma individual. El cociente intelectual del equipo es potencialmente superior
al de los individuos” (p. 86).
En consecuencia, cada miembro
del equipo y los equipos de manera colectiva, deben preguntarse como lo plantea
Drucker, P. (ob. cit.) “¿Cuál es la mayor contribución a esta organización y su
misión que yo puedo hacer en este momento en particular?” (p. 152) agregando
seguidamente: “A cada uno hay que preguntarle: ¿De qué lo haremos a usted
responsable?. También hay que preguntarle: ¿Qué información necesita usted? Y a
su vez: ¿Qué información nos debe dar usted a nosotros?” (p. 153), todo lo cual
necesariamente habrá de potenciar la posibilidad de la construcción de redes colaborativas.
Como antes fuera destacado, el
estratega aplica la racionalidad en su actuar, la que conjuga mediante el
empleo de herramientas simples, aún cuando no simplistas, así como el uso de
sus instintos y emociones.
Lo anterior es posible
potenciarlo a partir de la participación de todos los actores involucrados, que
viabiliza la mediación y socialización de los modos y formas de ser, crear,
hacer, compartir y convivir, que lleva implícita el reconocimiento de todos los
actores.
Al realizar estas
consideraciones, muchos podrían estimar al estratega como un ser utópico, al que
Ander-Egg (1998), concibe como un ser asociado a un mundo mejor, que expresa
una idea de cambio hacia algo nuevo y mejor, apuntando que: “El sueño de la
razón por inventar o crear un futuro diferente. Es negación crítica de lo
existente y deseo de un futuro que se considera más humano y que para
conseguirlo, supone realizar un proyecto de transformación” (p. 76).
En resumen, las utopías
resultan en ideales de anticipación concreta de lo que no es pero que podría
ser. En este orden de ideas, a la gestión prospectiva, se le puede considerar
como: El esfuerzo colaborativo que procura facilitar de manera intencional, la
socialización del conocimiento para priorizar un horizonte colectivamente
posible que permita el enriquecimiento de todos sus participantes en el quehacer
organizacional y personal que se puede convertir en una realidad.
Aquí surgen los enigmas: ¿Es
usted un estratega prospectivo?, ¿En su organización verdaderamente se apalanca
la prospectiva para alcanzar el futuro deseado?
Las respuestas a esta y otras
cuestiones, se procuran constituir un punto de partida que de manera consiente para
potenciar la posibilidad de convertirse en un estratega prospectivo, que emerge
desde su propia realidad para lograr el futuro deseado.
Referencias
Bibliográficas y Electrónicas
Baird, D. (s/f) Los
Modelos Teóricos Científicos y la Realidad. [Documento en línea] Disponible en http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/m3modelos.html [Consultado en octubre
de 2009]
Carucci
T., F. (2003) Planificación estratégica por problemas. Un enfoque
participativo. Ediciones Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales.
2da. Edición Caracas – Venezuela.
Castellanos
C., R. (2008) Pensamiento herramientas y acción del estratega. Edición
electrónica gratuita Disponible en: www.eumed.net/libros/2008a/345/
Cornejo
Á, A. (1997) Complejidad y Caos. México. Edición electrónica Disponible en: http://www.eumed.net/cursecom/libreria/2004/aca/index.htm
Covey S. (1990) Los
siete hábitos de la gente altamente efectiva. Ediciones Paidos, S. A. Barcelona
Drucker,
P. (2004). La Sociedad Postcapitalista. Editorial Norma. Bogotá.
Falcón
M., J. (2002) Gerencia y Toma de Decisiones. Editorial CEC, S. A. Caracas –
Venezuela
Foucault,
M. (2006) Microfisica del Poder. [Documento en línea] Disponible en: http://www.google.co.ve/url?sa=t&source=web&ct=res&cd=2&ved=0CAoQFjAB&url=http%3A%2F%2Fapi.ning.com%2Ffiles%2FUjB*9DkT4OerNFStzeRFEptJtrrSmbInw46AUWgn4GOCxjjvtqeo8ZZS*CnwByHQvroS3QGykUhLRgcGSvBHUWQvRAxlIqs-%2FMicrofsicaDelPoderMichelFoucault.pdf&rct=j&q=microfisica+del+poder+michel+foucault&ei=9UsUS_rkJdHhlAf5y9SLBA&usg=AFQjCNEhU-YBzxlKWBJzuZfFhujkpquG9g [Consultado en
noviembre de 2009]
García
– Pelayo y Gross (1992) Pequeño Larousse Ilustrado. Ediciones Laurousse. Madrid
- España
Martínez,
M. (1997) El Paradigma Emergente. Hacia una Nueva Teoría de la Racionalidad
Científica. Editorial Trillas. México.
Miklos,
T. y Tello, M. (2005). Planeación Prospectiva. Una Estrategia para el
Desarrollo del Futuro. Limusa – Noriega Editores. México D.F.
Salazar,
A. (2007) Estratega o improvisador. [Documento en línea] Disponible en: http://www.degerencia.com/articulo/estratega_o_improvisador
[Consultado en enero 2010]
Estoy de acuerdo con su definición profesor Orestes, es una manera más precisa de apreciar el concepto de un término que es relativamente nuevo para nosotros. Quisiera agregarle lo siguiente:
ResponderEliminarLa prospectiva persigue todo lo relacionado a la construcción de un futuro, aprovechando el presente para modificar el futuro a través de las metas y objetivos de la organización, esto se lleva a cabo por medio de acciones, lluvia de ideas y tomas de decisiones. La misma facilita y explora las distintas posibilidades y ayuda a descubrir las ramificaciones. Es importante mencionar, que un líder debe planificar con miras a construir un futuro mejor.